Droga a la 1000 potencia.
Ultimamente me he dedicado a investigar, claro sin salirme del realismo, acerca de los negocios "limpios" que en el fondo , diria yo, que si existiera un color mas oscuro que el negro ese color le llamaria a este tipo de negocios.Me tope hace un tiempo, con un articulo bien interesante que me gustaria compartir con los pocos que leen mi blog para que exparsan la voz y se hagan FUERTES PSICOLOGICAMENTE HABLANDO.
Este es el articulo encontrado en la revista fusion. ESTA VAINA ES SERIA. y es solo una parte del documento completo que quizas comparta despues..
Cómo funciona el marketing farmaceutico.
"Primero se difunde el conocimiento, se crea la necesidad, luego se publicita el remedio, se fomenta la demanda y finalmente, el consumo. Las leyes del mercado hacen el resto", explica Desojo. "Aceptamos con naturalidad que los medicamentos más novedosos que se investigan y comercializan sean los que proporcionan un remedio, a veces más imaginario que real, a los padecimientos de los calvos, los impotentes o los gordos. Y creemos que hay enfermedades que matan sin remedio. Suerte que sólo enferman y mueren por ellas los desgraciados y pobres ciudadanos de tierras remotas". Unos medicamentos son rentables y otros no, por eso no se producen ni son objeto de investigación. Hoy por hoy la salud se ha convertido en un negocio donde lo importante son las cifras. Pocos se atreven a hablar de todo esto. La revista Discovery DSalud lleva años investigando y denunciando estas prácticas y también aportando otras alternativas: "Los nuevos fármacos no se investigan porque exista detrás la intención real de ayudar a quienes sufren sino porque proporcionan pingües beneficios. Por eso la industria farmacéutica no busca medicamentos para las enfermedades minoritarias: no son rentables. En las juntas de accionistas de los grandes laboratorios no se plantean aspectos humanos y éticos: sólo se habla de réditos, beneficios, nuevas inversiones para obtener más ganancias. No se habla de salud, se habla de enfermedad. En las Agencias del Medicamento y en los ministerios de Sanidad de todo el mundo pasa otro tanto. Están infiltrados por la mafia que controla el actual sistema sanitario. Como lo están los colegios médicos y farmacéuticas. Lo mismo ocurre con la clase política y periodística. Los grandes laboratorios alquilan con mucha facilidad la conciencia de los periodistas. Con la misma estrategia con la que sobornan a los médicos. No sólo usan dinero, viajes, ordenadores, etc., también les pagan satisfaciendo su ego otorgándoles 'premios periodísticos' e invitándoles a recepciones, comidas o cenas con grandes 'personalidades' intentando que surja la empatía a nivel personal y sean luego lo más acríticos posible con quienes tan amables han sido con ellos. Y no hablemos de lo sencillo que es comprar la complicidad o cuando menos, el silencio de los grandes medios de comunicación social. Casi ningún empresario se arriesga a perder las campañas de publicidad de las empresas detrás de las cuales está la industria farmacéutica", denuncia José Antonio Campoy, director de esta publicación.
Como decimos son pocos los que se atreven a denunciar, cosa lógica después de lo antes comentado. Pero todos los que lo hacen coinciden en los mismos datos.
La industria farmacéutica no busca medicamentos para las enfermedades minoritarias: no son rentables. |
En este proceso de marketing la figura de los visitadores médicos es esencial. Nos referimos a esos señores/as trajeados de punta en blanco y con maletín, que aparecen en la sala de espera de las consultas y sin esperar turno, se cuelan -no sin antes disculparse- prometiendo que sólo va a ser un minuto. Pues estos señores tendrían que ser en teoría quienes informasen al médico de los últimos productos que ha sacado al mercado la multinacional a la que representan. La realidad es que como además son vendedores, sus argumentos giran más hacia esta segunda faceta. En sus manos tienen la posibilidad de ofrecer a los facultativos dinero, regalos, viajes, a condición de que receten su línea de medicamentos. Mientras los médicos aseguran que los regalos que reciben -en muchos casos sólo de propaganda-, no les influyen a la hora de recetar, las cifras que manejan las multinacionales parecen decir otra cosa. Una multinacional farmacéutica puede gastarse hasta tres mil millones de dólares en publicidad y regalos promocionales de un nuevo medicamento que quieran sacar al mercado. Por supuesto, éste no será nunca un dinero perdido, sino invertido.
La consecuencia de este tipo de prácticas no tiene por qué afectar a la salud del enfermo. A veces se trata de recetar una marca comercial concreta porque por ella el médico recibe un beneficio y por otra no. Hay también medicamentos muy caros que el enfermo no los compraría nunca pero si un médico le expande una receta oficial, ese medicamento llega al paciente abonando sólo un porcentaje o nada si se trata de un pensionista. Por esto también el médico es remunerado. Luego está también la figura del farmacéutico encargado de compras en un determinado centro (hospital, clínica, residencias). En manos de esta persona está la inversión en material clínico, así como las marcas que se van a consumir en todo el hospital, mientras que cada médico será el que libremente determine el tipo de medicamento a prescribir. Ni que decir tiene la importancia que para las farmacéuticas representa este personaje y la presión que ejercen sobre él para hacerse con ese mercado. Hay que señalar que este tipo de actuación no condiciona la calidad del producto que al final recibe el paciente, ya que sólo es una cuestión de marcas. Se trata "sólo" de un fraude social. ¿Esta práctica es habitual en todos los médicos? ¿Todos los visitadores son iguales? No, pero estamos hablando de un comportamiento que está ahí y es más habitual de lo que nos suponemos.
Aqui si se mueve el dinero "limpio"
PS. Tengo una tia que toma una cantidad diaria de 22 pastillas diferentes y hay que toman MAS. En realidad no entiendo por que en paises como los nuestros "proporcionalmente hablando" hay mucho menos enfermos y muy pocos de ellos toman mas de 20 pastillas diaria RICOS O POBRES.